Ha llegado otro emocionante día para el joven colombiano James Rodríguez, estrella de la selección de Colombia y flamante incorporación del Real Madrid español.
Recibió, en Madrid, uno de los más codiciados premios por cualquier jugador de fútbol que se desempeña en ataque: el Botín de Oro, que lo distingue como máximo goleador de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014.
Según las reglas de la FIFA, si dos o más jugadores marcan el mismo número de goles en un Mundial, el galardón se otorga al que haya dado más asistencias. Si las asistencias no deshacen el desempate, el ganador es aquel que haya jugado menos minutos.
En el caso de Brasil 2014, no hizo falta aplicar criterios de desempate.
James anotó seis goles en cinco partidos, y sumó dos asistencias. Se le computaron 10 balones recuperados y 69 por ciento de pases completos.
Convirtió al menos un gol en cada uno de los partidos que jugó, y fue autor del que fue considerado el mejor gol de la Copa del Mundo, el primero ante Uruguay, que ayudó a lograr el primer triunfo de octavos de final de un Mundial en la historia de Colombia.
Rodríguez hizo todo esto en apenas 399 minutos de juego, una nimiedad, comparada con los 682 minutos de juego del alemán Thomas Müller, quien acabó en segundo lugar y se hizo acreedor al Botín de Plata.
Müller jugó siete partidos, marcó cinco goles y entregó tres asistencias.
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